Historia institucional

El 14 de abril de 1910 comienza a funcionar la Escuela Normal. En 1919, a pocos años de su fundación, recibe el nombre de su protector «Gral. José de San martín», quién luchó con la espada para que los pueblos fueran libres.

En el análisis de la Formación Docente se reconocen tres hitos :

  1.   El Magisterio se implementó en el nivel secundario hasta 1968.
  2.   A partir de 1971 pasa a ser parte del nivel terciario.
  3.   En 1994 se lleva a cabo la transferencia de las Instituciones Nacionales a Jurisdicciones Provinciales y/o Municipales.

El primer hito marca la aparición en Tandil de la primera Escuela Normal de visión positivista. Aparece el rasgo pestalozziano en la organización del plan de estudio, que le otorgarán su perfil inicial con un plan de estudios de 4 años de duración.

A partir de la reforma de 1939, por influencia del Idealismo, se implementa un nuevo plan de estudios de 5 años de duración y comienza la construcción de las instalaciones. El 11 de septiembre de 1943 culmina la obra con el traslado del Instituto a la actual ubicación y la llegada del busto del General San Martín.

La década del ’40 ve transformar y crecer al pueblo de Tandil. En este sentido, la Escuela Normal no queda ajena: las divisiones de los cursos se multiplican y en 1949 se crea el Jardín de Infantes y el Bachillerato anexo (futura Escuela Comercio).

El segundo hito comienza cuando se crea el Profesorado para la Enseñanza Primaria (PEP), como carrera Superior, en octubre de 1970. De esta forma, de Escuela Normal mixta pasa a ser Escuela Normal Superior, constituyéndose en una Unidad Académica que ofrece a la comunidad los cuatro niveles del Sistema Educativo: Inicial, Primario, Medio y Superior.

Finalmente, el tercer hito desarrolla tres manifestaciones enunciadas por el Profesor Antonio Salonia:

» … Una es la transferencia propiamente dicha con todas sus implicancias (…). La segunda tiene que ver con la nueva concepción del Ministerio de Educación de la Nación, que al dejar de tener en sus manos la gestión directa de las Escuelas, ha de sufrir una transformación cuantitativa y sobre todo cualitativa de alta significación (…). Y la última es la nueva función que deberá asumir la Unidad Educativa, como la escuela, hasta la cual ha de llegar la descentralización y la federalización que queremos impulsar (…)».

Estas tres facetas forman parte de un único proceso, de ahí la importancia de la participación de los niveles gubernamentales comprometidos como de los propios docentes.